Fin de etapa.

Coincidiendo con el artículo número 100, publico un mensaje de “despedida del buggy” del foro de www.aekb.es 🙂

Lo prometido es deuda, así que os amplío un poco las causas de mi retirada buggera, que ya Salva vio venir hace casi un año, para ser exactos, el 19-11-2012 ás 12:39 p.m . Esto de los comentarios en web es lo que tiene ;-).

Es bastante sencillo, pero lo voy a adornar con los porqués del wind para que tenga más gracia.

Se puede encontrar la génesis del tema en la decisión de no rodar en el Monte del Gozo. Las negociaciones con la familia fijaron un número máximo de salidas al mes, por lo que mi opción fue rodar solo en la playa, por aquello de por lo menos rodar bien ;-).

Esto en la práctica, y con unos horarios fijos, significa rodar poco. Hay que cuadrar horarios, mareas, viento, baja ocupación de la playa, horas de luz,…En palabras de Jankor, tiene que darse una “conjunción astral” para ir a rodar. Signo de ello fueron mis cálculos para localizar los días posibles, que durante mucho tiempo compartí con el resto de la comunidad local y usamos como humilde herramienta de dinamización de las rodadas.

Otro aspecto clave fue que por causa de una compra, nuestras vacaciones, fines de semana y similares se desplazaron hacia un pueblo marítimo de la Ria de Arousa. Rianxo tiene una playa rodable que mira al sur. Pero la falta de conjunción astral sigue operando. Sopla sur, pero llueve, hace un día espléndido, pero hay demasiada gente en la playa, el viento es perfecto, pero sopla de norte, confluyen viento, ocupación de la playa, sin lluvia, pero la marea está alta…. Sigo pasando días y días viendo soplar el viento en direcciones que solo se pueden aprovechar en el mar y contemplando veleros que disfrutan de la ría mientras yo me como las uñas.

Se fue asentando la decisión de encontrar una actividad deportiva de viento que se pudiese practicar en Rianxo, en la Ría, con menos desplazamientos y más “en casa”.
Por aquella época se podía contemplar la posibilidad de un barco pequeño de 7 metros en colaboración con unos amigos. Aún no nos habían bajado el sueldo dos veces, y tenía una mini herencia que lo hacía posible. Conseguí participar en un curso de vela ligera –costó Dios y Ayuda, solo los niños tienen derecho- y me gustó mucho, Hice el PER, y en las prácticas de vela me aburrí como una ostra. El club náutico de Rianxo no facilita mucho las cosas, y es prácticamente imposible tener allí un vela ligera. Hasta me planteé un catamarán, pero no conseguí hacer un curso. Ahora que lo recuerdo, mira que di vueltas. Un claro indicio de que cuando no hay tradición de algo, es muy difícil entrar en el tema. En Coruña todo esto es mucho más fácil.

En fin, la clave vino de mi amigo Pedro, con amplia experiencia en vela y cometas:

– Como el buggy en vela, solo tienes el windsurf.

Evidentemente, estaba descartando el kite. Yo también lo descarté casi de salida. Las cometas, aunque me fastidie reconocerlo, dan mucho la murga. Hasta hice unos cálculos. La zona de riesgo de un kite, sea para buggy o sin el es 69 veces mayor que la de wind: 25 metros de línea dan un “semicirculo de riesgo” de 981,75 metros cuadrados, mientras que 3 metros de mastil dan 14,14 metros cuadrados. Por otra parte, se supone –y estoy comprobando empíricamente que es cierto- que las tablas ciñen más, por lo que tienes mayor margen para salir y llegar en sitios difíciles.

Hice dos cursos de Wind. En teoría eran para mi hija pequeña y yo, pero al final entre que se puso un poco pocha y que se cansaba mucho, se acopló el mayor. Mas facilidad de almacenaje, precios a priori más razonables, posibilidad de salir solo o con mi hijo mayor, que también necesitaba algo de actividad. Estaba claro que era el camino, así que lo seguí. Foros, investigación y compras de segunda mano, y fui entrando en este deporte, en el que hasta puedo federarme si me apetece. No vendí el material de buggy por prudencia. Ya caería por su propio peso si finalmente no consiguiera compaginar.
Como se sabe, no hay tiempo para todo, y cuando había que elegir, pesaban más las ganas de progresar en el wind y de que mi hijo mayor estuviese al aire libre.

Y en medio de este proceso, en el que no había muchas trazas de continuar con el buggy, viene el mazado definitivo : Bronca con los ecologistas, retirada de Valdoviño y proyecto de legislación -a estas fechas ya casi ley- que nos constriñe terriblemente y que nos retira de Carnota y Aguieira.

Y así estamos con el Buggy a la venta para liberar espacio y sacar algo de financiación.

No sé lo que seguiré por los foros de buggy, ya se irá viendo. Lo que si pienso hacer es seguir luciendo con orgullo mis camisetas y chaleco E-022 y siendo socio, por lo menos de momento. También intentaré darle seguimiento al tema del chorlitejo, aunque creo ya está cortado todo el bacalao, y solo me queda dar la murga un poco para que no se olviden de las migajas que ofrecieron.

Muchas gracias por vuestros comentarios, piropos y ofertas de reinserción ;-). Lo que más siento de mi etapa buggera es no haber participado en ninguna juerga cometera para conoceros en persona.

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